No voy a quejarme porque, tal y como están las cosas, hay que dar las gracias por tener trabajo. Pero es que esto de volver al curro después de los días de vacaciones (sí, las empecé super tarde y he tenido unas Navidades casi inexistentes) y que apenas haya nadie en la oficina (porque todos están currando fuera), hace que a una se le quiten las
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